¿Por qué tienes la piel sensible? Causas internas y externas que debes conocer

La piel sensible no es simplemente una piel que “se irrita con todo”. Es una condición que puede deberse a múltiples factores —desde lo que comemos hasta el tipo de tejidos que usamos para dormir— y que muchas veces no se trata adecuadamente por desconocimiento. En este artículo analizamos en profundidad las causas internas y externas más comunes que desencadenan esta sensibilidad, y cómo puedes crear un entorno que la respete y la cuide.

Factores internos

🧬 Predisposición genética y biología cutánea
Algunas personas heredan una barrera cutánea más fina o con desequilibrios en el microbioma. Esto no significa que la piel esté “mal”, sino que necesita productos y tejidos más respetuosos para mantenerse equilibrada. En nuestro blog sobre seda para piel sensible hablamos de cómo ciertos materiales pueden ayudar a reducir la reactividad.

🧠 Estrés prolongado
El estrés crónico genera una liberación constante de cortisol que debilita el sistema inmunológico, desequilibra la producción de sebo y altera la renovación celular. Todo esto contribuye a una piel más vulnerable y reactiva. En este artículo de Medium, exploramos cómo el lugar donde duermes puede ser un desencadenante oculto de muchos problemas cutáneos.

🍽️ Alimentación y salud intestinal
Una dieta pobre en antioxidantes, rica en procesados o alcohol puede reflejarse en la piel como inflamación, sensibilidad o pérdida de elasticidad. La piel es el reflejo del interior, y cuidarla comienza también por dentro.

💊 Hormonas y medicación
Cambios hormonales como el embarazo, la menopausia o incluso ciertos fármacos afectan directamente a la sensibilidad cutánea. Son etapas donde conviene revisar tanto la rutina cosmética como los textiles que usamos durante la noche, para minimizar el impacto en la piel.

Factores externos

☀️ Climas extremos
El frío intenso, la humedad o el viento pueden deteriorar la función barrera de la piel, provocando sensación de tirantez, descamación o picor.

🌆 Contaminación ambiental
Las partículas suspendidas en el aire, como los metales pesados o el ozono urbano, generan estrés oxidativo y aumentan la inflamación cutánea.

🚿 Uso de productos cosméticos irritantes
El abuso de exfoliantes químicos, perfumes artificiales o limpiadores con sulfatos rompe el equilibrio de la piel, especialmente si ya es sensible.

🛏️ Tejidos que rozan o irritan
Dormir sobre fundas de algodón áspero o poliéster puede empeorar la sensibilidad nocturna, sobre todo si la piel ya está inflamada. Por eso, cuidar el entorno donde duerme tu piel es tan importante como la crema que usas. 

En KINU, hemos creado fundas de almohada confeccionadas con sedaKINU™, una seda de morera 22 momme hipoalergénica, termorreguladora y ultrasuave, ideal para pieles sensibles.

Su textura ayuda a mantener la hidratación natural y reduce la fricción durante el sueño, lo que contribuye a un mejor descanso y una piel más calmada. Si aún no conoces nuestra filosofía, te invitamos a visitar nuestro blog general sobre bienestar y seda, donde hablamos del cuidado holístico de la piel.